Quedé con Mariel, la paceña más amable en la plaza Humboldt. Donde la pequeña espera me permitió hacer
varias fotos. En esta escultura se puede ver a "Alejandro" Humboldt, un naturalista y geógrafo, que además de explorador (recorrio el mundo entero) fue el padre de la Geografía, sus mapas eran espectaculares (para la época, claro) y su obra atemporal. La escultura me encantó, ya que es Humboldt anotando en su libreta las especies animales que pueblan el globo.

Por esta foto de bolsas de herramientas un plomero sinverguenza me pidió dinero. Por supuesto yo me negué, ya que son simples bolsas, y no necesito pagar los derechos de autor a sus dueños. Finalmente nos hicimos íntimos, porque le expliqué que mis fotografías estaban destinadas a cambiar la imagen de La Paz típica de la prensa internacional.
Tras varias fotos más...cholitas..... Mariel llegó, y fuimos a recoger al resto del grupo, unos primos cubanos bien simpáticos, Ivi (la chica más graciosa hasta hoy. Qué divertida!) y su marido.
Una vez nos hacinamos en el coche, fuimos al Valle de La Luna, un espectacular paisaje formado por la pérdida de suelo por erosión y escorrentía del sustrato sedimentado en la época en que todo El Alto era un gran lago, del que hoy ya sólo queda el "pequeño" Titicaca.
Son como enormes estalactitas fusionadas que crean cañones y orificios de hasta unos 4 o 5 m de profundidad.
El lugar se ha convertido en un sitio turístico donde todos los visitantes de La Paz tienen aquí un paso casi obligado. Son 15 bolivianos la entrada, un precio bien turístico.
Las vistas un espectáculo.
La escorrentía forma estos valles donde el frío aprieta.

El grupo en "La Luna".

Las formaciones frenan su erosion gracias a estos líquenes crustaceos que se fijan por toda estructura arcillosa. Si no es por ellos el Valle de la Luna tendría otro aspecto distinto, mucho más llano.
A la salida este vendedor de Kenas nos ofrece una maravilla de kenas que da pena rechazar, porque están bien elaboradas y son bien baratas para su calidad. 100 bolivianos negociables.
Yo

Mariel la anfitriona, Ivi la más graciosa y yo.
Despues de salir del Valle de la Luna decidimos acercarnos al pie del illimani, y tras dar unas buenas vueltas por caminos sin mucho sentido, llegamos a un lugar donde se podía ver bastante bien y de cerca.

Bella postal.
El grupo al completo. Todos muertos de frío.
"...le expliqué que mis fotografías estaban destinadas a cambiar la imagen de La Paz típica de la prensa internacional". Ardua pero noble tarea. Me gusta. Podías haber grabado una piececita al vendedor de kenas... Su sonido es maravilloso.
ResponderEliminarSí, una simple excusa, creo... ya que la imagen de La Paz no es fácil de modificar. Sí sonaba de maravilla.
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