martes, 12 de octubre de 2010

Santa Cruz

Santa Cruz de La Sierra es la ciudad más grande y poblada de Bolivia. Cuenta población de más de un millón y medio de habitantes, y se sitúa en el oriente boliviano. Además es considerada como el centro comercial del país. Desde el avión se obsreva claramente su ubicación, rodeada de árboles de gran porte, mancha de asfalto y ladrillo una enorme planicie verde con multiples rios serpenteantes entre los que destaca el Piraí, gran río, y cuna de la ciudad.
A mi llegada al aeropuerto, mi amigo Marcelo hace los honores y me recoge. Junto con su hermana vamos a comer a la casa del Camba (así se llaman los cruceños)....mi primer buen filetón despues de casi un mes de ligeras comidas collas (así se llaman los pacenses).




Este armadillo o qirquincho me da la bienvenida. Mantuvimos una inetresante conversación.




Las calles de Santa Cruz nada tienen que ver con las de La Paz. Igualmente su gente parece de dos mundos distintos. Collas y Cambas tienen dos visiones bien distintas de sus realidades, así como dos realidades bien distintas.




Laposibilidad de comer fruta en cualquier época del año aporta una nueva oportunidad de alimentación. Fruta buena y barata.



 La ciudad tiene una estructura de círculos concéntricos a los que llaman anillos. Hasta 8 de estos anillos rodean la ciudad (son algo así como la SE-30 o la M-30). El centro de la ciudad es esta plaza con enormes árboles y manifestaciones continuas. La plaza tiene vida propia.

Durante estos días hay una psudoromería, San Alguien, patrón de este pueblo, y las mujeres se visten con túnicas violetas y crucifijos para ir en prcesión por la ciudad hasta la iglesia, ubicada en la plaza.










Al rato de pasear por la ciudad encontré mi lugar! Un encuentro de escultores en madera. Además junto a éste, hay una sala de exposiciones donde exponían fotografías de críticas sociales de los mejores fotografos bolivianos. Por lo que el disfrute fue general. Aquí encontré a Macu, una española que conocí en Coroico, y algunas amigas suyas. Paseamos pues.








Así que vinos la exposición de fotos durante un rato, pero horas fueron las que pasé con los escultores.









Este chico trabajaba para el escultor japonés, que hacía algo así como un soldado de terracota.










Jose, un paceño bien simpático, muy interesado en los jaguares y en la carpintería. Hicimos por tanto muy buenas migas.









Perú, un tipo serio. Crreo que su escultura será la más laboriosa de todas. A ver si la termian para el viernes!













Y este es Pablo, un vasco encantador, que hace esculturas de "abrazos" por todo el mundo. Un tipo simpático y sencillo con buena mano para su trabajo. Sus esculturas son bien bonitas y con mensaje interesante.

Además mi propia identidad tiene un reflejo en su persona....nos parecemos, no??



Seguiré informando pronto sobre Santa Cruz, ya que acabo de llegar.






jueves, 7 de octubre de 2010

Melancolía

Como ya algunos sabéis, mi situación en Bolivia ha cambiado harto (como dicen aquí).  Así que esta pequeña coincidencia melancólica me hizo sonreir bastante.  Básicamente caminaba por la Av. Prado, una de las céntricas, mientras silbaba la canción del Padrino (aunque no se diferencie muy bien) y decidí grabarme para dentro de un tiempo mirar y reirme de la situación, así que lo hice. Mi sonrisa apareció cuando al cabbo de unos 10 minutos, que significan un buen trecho, me topo con un saxofonista que tocaba la misma canción, aunque incluso de forma más triste que la mía. Así pues sonreí.

domingo, 3 de octubre de 2010

Valle de La Luna

El valle de La Luna se encuentra a unos 15 Km de la ciudad de La Paz. Un lugar con una cierta magia, y un indudable interés geológico. Antes de visitarlo pensaba que las formaciones eran de origen puramente rocoso, imaginad mi decepción al ver que no eran más que formaciones arcillosas...eso sí bien bonitas. Es decir lo que pensé se había formado hace 300 millones de años en el Paleozoico, se pudo haber formado en tan solo unos miles de años! Bueno, me vale.
Quedé con Mariel, la paceña más amable en la plaza Humboldt. Donde la pequeña espera me permitió hacer



 varias fotos. En esta escultura se puede ver a "Alejandro" Humboldt, un naturalista y geógrafo, que además de explorador (recorrio el mundo entero) fue el padre de la Geografía, sus mapas eran espectaculares (para la época, claro) y su obra atemporal. La escultura me encantó, ya que es Humboldt anotando en su libreta las especies animales que pueblan el globo.





 Por esta foto de bolsas de herramientas un plomero sinverguenza me pidió dinero. Por supuesto yo me negué, ya que son simples bolsas, y no necesito pagar los derechos de autor a sus dueños. Finalmente nos hicimos íntimos, porque le expliqué que mis fotografías estaban destinadas a cambiar la imagen de La Paz típica de la prensa internacional.










Tras varias fotos más...cholitas..... Mariel llegó, y fuimos a recoger al resto del grupo, unos primos cubanos bien simpáticos, Ivi (la chica más graciosa hasta hoy. Qué divertida!) y su marido.

Una vez nos hacinamos en el coche, fuimos al Valle de La Luna, un espectacular paisaje formado por la pérdida de suelo por erosión y escorrentía del sustrato sedimentado en la época en que todo El Alto era un gran lago, del que hoy ya sólo queda el "pequeño" Titicaca.



 Son como enormes estalactitas fusionadas que crean cañones y orificios de hasta unos 4 o 5 m de profundidad.




El lugar  se ha convertido en un  sitio turístico donde todos los visitantes de La Paz tienen aquí un paso casi obligado. Son 15 bolivianos la entrada, un precio bien turístico.


 Las vistas un espectáculo.













La escorrentía forma estos valles donde el frío aprieta.







El grupo en "La Luna".







 Las formaciones frenan su erosion gracias a estos líquenes crustaceos que se fijan por toda estructura arcillosa. Si no es por ellos el Valle de la Luna tendría otro aspecto distinto, mucho más llano.










A la salida este vendedor de Kenas nos ofrece una maravilla de kenas que da pena rechazar, porque están bien elaboradas y son bien baratas para su calidad. 100 bolivianos negociables.












Yo







Mariel la anfitriona, Ivi la más graciosa y yo.





Despues de salir del Valle de la Luna decidimos acercarnos al pie del illimani, y tras dar unas buenas vueltas por caminos sin mucho sentido, llegamos a un lugar donde se podía ver bastante bien y de cerca.






 Bella postal.



El grupo al completo. Todos muertos de frío.

viernes, 1 de octubre de 2010

UMSA

La UMSA es la Universidad Mayor de San Andrés, y allá donde he ido para hacer mis primeros contactos. Está situada en el barrio de Cota cota, calle 27, en la zona Sur de La Paz, que es la zona más acomodada junto con Calacoto. Se puede llegar desde el centro cogiendo un minibus o autobus, y se tarda entre 15 y 20 minutos según el tráfico.
El Instituto de Ecología se encuentra en este campus, junto con Física, Química, Centro de estudio atmosférico, museo de Historia Natural y algunos más.







Esta es mi sala de estudio favorita. Ni un ruido y unas vistas como para estudiar.



























El comedor. Sí, ese pequeño puesto.


Uno de los múltiples edificios del Instituto de Ecología. Aquí se encuentran las aulas y algunos laboratorios.









Esto es una parte del pequeño jardín botánico y de especies medicinales que tienen allí. Nada del otro mundo, pero es agradable pasear o estudiar en el cesped.












Más lugares de estudio con buenas vistas.
Los jardineros del jardín botánico son muy pintorescos























Esta señora era una de las cuatro personas encargadas del jardin botánico de UMSA. El material escaso, pero lo más llamativo del mismo era una azadilla que debía tener 5 km de zanja a sus espaldas. Esta mujer hizo una zanja de unos dos palmos y 25 m en tan solo un rato. Luego regó, una buena técnica jardinera para descansar sin parar de trabajar, verdad payo?




Investigando un poco encontré a unos kms un centro de investigación en materiales de construcción. Unas buenas ideas para mejorar las infraestructuras que se pueden encontrar en el medio rural.






Reciclaje....NO, reutilización SÍ.











La Muela

La Muela es un monte que queda situado al Sudeste de La Paz. Es un lugar mágico, uno de los pocos donde se puede observar la ciudad al completo.
Lo que recomiendo es hacerlo justo como propuso mi buen amigo Esteban, un boliviano afincado en Santiago de Chile, que me acogió con los brazos abiertos, y aún sin estar en la ciudad sigue enviandome a sus amigos como contacto. Gracias amigo! Bueno, la propuesta era subir al atardecer, ya que es precioso ver el ascenso con sus precipicios y su carril de dificil acceso, para llegar a la cumbre al anochecer, disfrutar de las vistas, y luego descender de noche sin apenas ver.




Aquí estamos Gustavo, Esteban, Maco y yo, justo al final del ascenso. Aún falta Julien, que hace la foto.










Durante la subida es muy común encontrar estos
muñecos de trapo para advertir a los ladrones.
El primero que ví, para ser franco, me dió un buen
susto.








 El ascenso es precioso, aunque no se aprecie bien, y hace falta un buen carro y buen piloto para llegar hasta la cumbre. Suerte que, gracias a Esteban contamos con ambos requisitos.










y esta es la cumbre de La Muela











Y estas son las vistas... la música que se escucha de fondo se corresponde con unas fiestas tradicionales con las que coincidimos. Pudimos ver muy de cerca cómo ciertos aspectos modernos, como el alcoholismo, rompen la belleza de una celebración que tradicionalmente debería ser respetuosa y tranquila. Asistimos a una lucha encarnizada entre dos cholitas que nos dejó atónitos.







Incluso en el alto de La Muela de repente aparecen personajes inesperados que sorprende encontrar subiendo estas cuestas impensables. Lindo burrito, sí.
Aún espero las buenas fotos que sacasteis, chicos, así que cuando tengais un rato me las pasais y las cuelgo.


Un abrazo y gracias por todo a los tres.

martes, 28 de septiembre de 2010

Coroico, Yungas

La región de los Yungas es una inmensa selva de montaña, con abruptos relieves y escarpados picos. Coroico es un la capital de la zona de Nor-Yungas. Está situada a unos 100 km de La Paz y se tarda unas 3 o 4 horas (según lo loco que esté el conductor, si viajas en bus o minibus, y si las carreteras no están cortadas... sin mencionar las averias). Para coger el bus hace falta ir en taxi hasta Villa Fátima, de donde salen todos los transportes hacia Yungas. El pasaje sale a unos 15 bolivianos, menos de 2 €.





La salida es espectacular. Estepas de alta montaña a más de 4000 msnm.






De pronto la niebla te impedía ver cualquier cosa que te rodease. La sensación de velocidad (a pesar de que sólo iríamos a unos 70 km/h) era vertiginosa, sobre todo al cruzarnos con los camiones.







Hubo momentos en que no se veía nada de nada. Estas nubes se debían a las quemas descontroladas de las zonas selváticas, que se abrasan para las plantaciones de coca, que se pueden ver en todas las laderas de la zona yungueña.


Aquí abajo se ve un monte entero quemado por esta causa. Un auténtico desastre.






El control antinarcóticos fue simplemente este cartel que avisaba y una barrera levantada.










 Yungas es uno de únicos lugares en la cultura Aymara donde se pueden encontrar estas cholitas negras, algo que nunca me hubiese imaginado que existiría. Además es un lugar en el que la multiracialidad es evidente.






 Clarita siempre está presente, claro!!



 Este tipo vivia en Coroico, con lo puesto y vendiendo unas pulseras preciosas.




Vista de Coroico, pueblo en mitad de esta selva impresionante.

 Incluso en este paraiso terrenal se puede ver cómo la gente arrasa con el fuego.



Cuando llegué al hotel me quedé de pidra, ya que tenía futbolín!!







Pero tambien piscina!










Y hasta sauna!!


 
 Y estas son las vistas desde mi habitación! Normalmente las vistas son nítidas pero con el problema de los fuegos no se puede ver demasiado.














Entonces decidí bajar la "carretera de la muerte", alquilando una bicicleta y subiendo en minibus hasta la cima, unos 4000 msnm. Las salidas desde La Paz son más caras, pero las bicis son mejores, aún así el precio es completamente desorbitado, unos 500-600 bolivianos. Yo alquilé la mía con viaje incluido por 160 bs mientras que Jerome, el francés que vino conmigo pagó 240 bs.


Los repuestos que llevé fueron tan solo unas zapatas de freno y unos parches, just in case! Sí madre mi mano está muy sucia porque la foto es despues del descenso.






Posando con mi super bici!! Todos los demás ciclistas tenían frenos de disco hidraulicos, amortiguaciones pepino, y super cuadros de descenso. Nosotros sólo llebabamos unos frenos de pinzas, cuadros pequeñitos pero al menos llevaba suspensión, a la que no estoy acostumbrado, así que pude ir algo más rápido de lo normal.

Los frenos no hacían falta, así que no gasté zapatas...





 La caída era impresionante!!!


Y el camino espectacular, cascadas por doquier,
precipicios de impresión y velocidad extrema que te ponían los pelillos del bigote de punta.











El camino es un auténtico espectáculo, repleto de lugares para fotografiar, aunque decidimos no parar demasiado y simplemente disfrutar al máximo del trayecto. Fueron 60 km, partiendo de los 4000 msnm hasta escasamente 1000 msnm en tan solo 2 horas! Carlín y Pepillo deberian hacerlo alguna vez, ya que lo disfrutarían como auténticos enanos. Es algo parecido a un descenso esquiando a toda uva sin parar ni un momento.
 
 

Mucho más peligroso y acongojante que descender la carretera de la muerte es viajar en minibus por esos caminitos!! Están locos!! van más rápido que por la carretera y no hay ninguna visibilidad, pero un pequeño bocinazo lo arregla todo.