La salida es espectacular. Estepas de alta montaña a más de 4000 msnm.
De pronto la niebla te impedía ver cualquier cosa que te rodease. La sensación de velocidad (a pesar de que sólo iríamos a unos 70 km/h) era vertiginosa, sobre todo al cruzarnos con los camiones.
Hubo momentos en que no se veía nada de nada. Estas nubes se debían a las quemas descontroladas de las zonas selváticas, que se abrasan para las plantaciones de coca, que se pueden ver en todas las laderas de la zona yungueña.
Aquí abajo se ve un monte entero quemado por esta causa. Un auténtico desastre.
El control antinarcóticos fue simplemente este cartel que avisaba y una barrera levantada.
Yungas es uno de únicos lugares en la cultura Aymara donde se pueden encontrar estas cholitas negras, algo que nunca me hubiese imaginado que existiría. Además es un lugar en el que la multiracialidad es evidente.
Clarita siempre está presente, claro!!
Este tipo vivia en Coroico, con lo puesto y vendiendo unas pulseras preciosas.
Vista de Coroico, pueblo en mitad de esta selva impresionante.
Incluso en este paraiso terrenal se puede ver cómo la gente arrasa con el fuego.
Cuando llegué al hotel me quedé de pidra, ya que tenía futbolín!!
Pero tambien piscina!
Y hasta sauna!!
Y estas son las vistas desde mi habitación! Normalmente las vistas son nítidas pero con el problema de los fuegos no se puede ver demasiado.
Entonces decidí bajar la "carretera de la muerte", alquilando una bicicleta y subiendo en minibus hasta la cima, unos 4000 msnm. Las salidas desde La Paz son más caras, pero las bicis son mejores, aún así el precio es completamente desorbitado, unos 500-600 bolivianos. Yo alquilé la mía con viaje incluido por 160 bs mientras que Jerome, el francés que vino conmigo pagó 240 bs.
Los repuestos que llevé fueron tan solo unas zapatas de freno y unos parches, just in case! Sí madre mi mano está muy sucia porque la foto es despues del descenso.
Posando con mi super bici!! Todos los demás ciclistas tenían frenos de disco hidraulicos, amortiguaciones pepino, y super cuadros de descenso. Nosotros sólo llebabamos unos frenos de pinzas, cuadros pequeñitos pero al menos llevaba suspensión, a la que no estoy acostumbrado, así que pude ir algo más rápido de lo normal.
Los frenos no hacían falta, así que no gasté zapatas...
La caída era impresionante!!!
Y el camino espectacular, cascadas por doquier,
precipicios de impresión y velocidad extrema que te ponían los pelillos del bigote de punta.
El camino es un auténtico espectáculo, repleto de lugares para fotografiar, aunque decidimos no parar demasiado y simplemente disfrutar al máximo del trayecto. Fueron 60 km, partiendo de los 4000 msnm hasta escasamente 1000 msnm en tan solo 2 horas! Carlín y Pepillo deberian hacerlo alguna vez, ya que lo disfrutarían como auténticos enanos. Es algo parecido a un descenso esquiando a toda uva sin parar ni un momento.
Mucho más peligroso y acongojante que descender la carretera de la muerte es viajar en minibus por esos caminitos!! Están locos!! van más rápido que por la carretera y no hay ninguna visibilidad, pero un pequeño bocinazo lo arregla todo.
Desde que Evo Morales está en el poder, la DEA tiene poco que hacer en Bolivia. Antes era difícil que se plantasen nuevas plantas de coca...
ResponderEliminarSabía que existían las cholitas negras, pero nunca las había visto. Son muchos menos que la colonia de rubios alemanes que hay por Santa Cruz.
Como para que se te pinche una rueda en pleno descenso de la carretera de lamuerte...
Cada vez te superas con los video-reportajes.
Pues la bici no tiene ninguna mala pinta... Signos de la globalización! Con las paradas y los reportajes a una mano, para tardar dos horas, tuvísteis que recuperar en las curvas a base de bien...
ResponderEliminarAsombroso lo d los incendios.. Vaya descontrol! Entiendo que son "involuntarios", como los de Galicia.. Siempre pienso en los bisho que se asan. No solo de árboles vive el hombre..
Se me han ido los ojos a unas brevas que vendía una de esas cholitas.. Me pregunto cómo saben las brevas o higos por esas latitudes..
Un abrazo,
Javier (el primo, eh?)
Vaya descontrol más formidable de país. Sigue, Pablito, publicando cosas. Es interesantísimo. Oye, lo de la bajada en bici ... yo quiero de eso. Por aquí toda cuesta que desciendes tienes que haberla subido primero, y no hay autobuses - ni siquiera peligrosos - que te faciliten ni un milímetro de cuesta arriba.
ResponderEliminarJavier, hoy acabo de "cazar" unas brevas de una higuera, y veo difícil que sean superadas en sabor y jugosidad. Quién sabe si las brevas bolivianas ... (vaya ejercicio de bes y uves, por cierto)
Cris